
El sol le devolvió el color naranja y rojizo a los surcos de la tierra. Empezábamos a sentir calor y nos esperaba una caminata por el Cuzco. Juan, quien nació y creció en Villavieja, el pueblo más cercano a la Tatacoa, nos acompañaba como guía. En cada paso que dábamos sentíamos como si el desierto se nos colara en la piel. El calor nos pesaba, pero el paisaje nos invitaba a seguirlo descubriendo.
El último deseo que pedí a una estrella fugaz se cumplió esa noche en el Desierto de la Tatacoa: la vía láctea se extendía en el cielo sobre nosotros. Cada tanto giraba la cabeza a lado y lado para que mis ojos pudieran dimensionar ese gigantesco espacio oscuro en el que titilaban más estrellas de las que alguna vez soñé ver. Esa noche pedí otros 32 deseos.
– ¿Cuántas estrellas has contado?
– Ya perdí la cuenta, dijo y volvimos a ser silencio.
Si tuviera que definir esta experiencia en pocas palabras te diría: VEN A VIVIRLA.
Dato:
La Tatacoa es un bosque seco tropical, ubicado en el departamento del Huila, Colombia, en el que la vida ha encontrado formas muy particulares de experimentarse: arañas, lagartijas, alacranes, serpientes, águilas… Entre otras más de 200 especies de animales, árboles con espinas, cactus, plantas brotando de grietas secas. Aun así, este ecosistema es frágil y está amenazado por la continua contaminación que genera el turismo desmedido: basuras, fogatas que se realizan sin cuidado y ruido excesivo.
Nuestro compromiso:
Visitar este increíble lugar desde el respeto y el amor por sus formas de vida, compartiendo y aprendiendo de las personas que lo habitan.
Escrito por: Caro, viajera Vive Antioquia @